Viajar implica riesgos. Y si no estás bien cubierto, cualquier percance puede arruinarte las vacaciones. Como dice el refrán: Más vale prevenir que lamentar.
Hay muchas razones por las que contratar un seguro cuando viajas, aquí tienes unas cuantas…
En estos casos no hay discusión posible. Sin seguro, no hay viaje. Por ejemplo, para entrar en Cuba, es imprescindible acreditar un seguro que cubra al menos los gastos médicos, de asistencia y de repatriación en caso de fallecimiento.
Y en países como Rusia, Ucrania o Argelia, todavía van más allá. No tendrás tu visado si antes no has contratado un seguro de viaje...
La tranquilidad de sentirse protegido no tiene precio. La mayoría de seguros de viaje ofrecen asistencia 24 horas, así que ante cualquier duda o imprevisto te atenderán y te sacarán del apuro.
Imagina que pierdes el pasaporte, con lo que eso supone. Sin un seguro tendrías que encargarte tu mism@ de hacer todo los trámites, sin ayuda de nadie. Lo que significa perder muchísimo tiempo de tu viaje.
Si viajas por Europa y eres ciudadano europeo, te atenderán sin coste alguno con la Tarjeta Sanitaria Europea. Pero imagina que viajas al sudeste asiático. Allí la sanidad es privada, y no es precisamente barata. Con un seguro de viaje serás atendido en los mejores centros médicos.Además, tendrás acceso a los medicamentos que puedas necesitar de un modo más rápido y sencillo. En algunos países no venden según que medicamentos, así que es importante saber que podrás contar con ellos.
No es lo mismo viajar a la selva amazónica que a Praga. Cada destino tiene sus particularidades, por lo tanto, el seguro de viaje tiene que ser diferente para cada destino. En lo primero que tienes que fijarte al contratar un seguro de viaje es que se adapte al lugar al que vas a ir.
Si viajas a Estados Unidos, donde la sanidad es privada (y muy cara), necesitarás un seguro que cubra este tipo de gastos. En cambio, si vas a hacer escalada a los Alpes, tendrás que contratar un seguro de viaje que cubra accidentes y rescates mientras prácticas deporte.
La cosa está en tener muy claro qué tipo de viaje vas a hacer y dónde para escoger el seguro que más se adapte a tus necesidades.
Normalmente no suele pasar, pero imagínate que te surge algún impedimento y finalmente no puedes hacer ese viaje. Si no has contratado ningún seguro con cancelación, perderás todo el dinero que has invertido.
Todos los seguros tienen una cantidad mínima de gastos cubiertos, pero también una máxima. Contra más alto sea el límite, más caro será el seguro (y viceversa). Así que asegúrate de tener un límite alto de cobertura en aquello que más te interese.
Si vas a hacer algún tipo de actividad deportiva de “riesgo” en tus vacaciones, tu seguro debería de incluir un apartado que te cubra en casos de accidente o rescate. Con deporte de riesgo nos referimos a escalada, alpinismo, surf…
No sería necesario si vas a jugar al fútbol, baloncesto, tenis o cualquier otro deporte de este estilo.